Entrevista Natalia G. Santamaría

SOJO Laboratorio Teatral: Sola frente a un mamut

Entrevistamos a Natalia G. Santamaría

Sojo Laboratorio Teatral presenta "Sola frente a un mamut", una comedia de teatro contemporáneo. Hoy conocemos a Natalia, una de las actrices protagonistas del nuevo espectáculo.

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ENTREVISTAMOS A NATALIA

Entrevista: Esther Abete

"Sola frente a un Mamut” presenta una obra de teatro contemporáneo ¿Cómo definirías la función?

“Sola frente a un Mamut” es, como decimos en nuestra sinopsis, un baile vanguardista para huir de la soledad y la búsqueda constante de esta generación millennial, inconformista y dubitativa en muchos ámbitos vitales como son el amor o la amistad. Es el reflejo de la falta de respuestas, algo muy actual con esta situación de incertidumbre que vivimos en la que encontrar trabajo, montar tu propio negocio o simplemente poder dar un abrazo, parecen cosas inaccesibles e incluso de otro tiempo.

¿Cómo te incorporaste a este proyecto?

Marta Costa y yo coincidimos en la fiesta de un conocido hace unos años y mi admiración por ella y su trabajo era enorme. Este verano me comentó que su compañía de teatro, PeroPero, tenía un proyecto entre manos y les faltaba una actriz, y habían pensado en mí. Me hizo una ilusión enorme, porque tenía muchísimas ganas de trabajar con ella. PeroPeroCompañía la forman Marta Costa y el otro actor de la obra, Juan Onsurbe, junto a Carmen Rotger, la dramaturga.

¿Cómo ha sido trabajar con el equipo, el director y el resto de los actores??

Pues resulta que Marta me dijo que les faltaba alguien que dirigiera la obra, así que les dije que nadie podía hacerlo mejor que Jorgelina Ramírez. Es, sin duda, la mejor directora novel que conozco, hemos trabajado juntas varias veces e incluso hemos formado nuestra compañía, Tercer Acto Creaciones. Acabó de adaptar la obra, y le ha dado su toque perfecto. Respecto a Marta y a Juan, son dos actores generosos y maravillosos, trabajar con ellos ha sido muy cómodo y un verdadero regalo. Y qué decir de Carmen Rotger, que aparte de haber escrito un texto tan interesante, ha estado allí apoyándonos y ayudando en todo momento. Sin duda ha sido una experiencia maravillosa, y un equipo que espero que sigamos manteniendo para sacar adelante más proyectos. Encontrar gente implicada, con ganas de crear y en tu misma sintonía, no siempre es fácil. Y todos ellos son una maravilla con la que vale la pena seguir luchando en esta profesión.

Con la situación actual, ¿cómo vives el estreno de “Sola frente a un Mamut” en tiempos de COVID-19?

Como una oportunidad que vale oro. Subirte a un escenario de nuevo, con nuestra profesión agonizando, reducciones de aforo, falta de apoyo y ayudas y teniendo que autoproducirnos, es un regalo que no puedo dejar de agradecer. Como digo siempre, los que nos dedicamos a esto somos resiliencia pura y siempre encontramos la manera de seguir haciendo que el teatro no desaparezca, cueste lo que cueste.

¿Fue difícil llevar a cabo la preparación de tu personaje?

Ha sido muy, muy divertido. Rayo y yo no nos parecemos prácticamente en nada, y dar vida a personajes que se alejan de ti siempre es un reto enorme y una experiencia muy bonita. Pero con compañeros tan generosos en escena, y una directora como Jor, siempre es más fácil y un viaje tan bonito como intenso.

¿Qué te ha aportado participar en una obra como “Sola frente a un Mamut”?

Sobre todo, constatar que si quieres, puedes. Son tiempos muy difíciles, pero hemos luchado mucho por sacar nuestro proyecto adelante y aquí estamos. Llenando casi todas las funciones, disfrutando y viviéndolo con mucho cariño. Y además, conocer a un equipo tan genial con el que seguir creando.

¿Siempre quisiste ser actriz? Respecto a tu trayectoria profesional ¿Cuánto tiempo llevas dedicándote al mundo del teatro?

Siempre me ha parecido precioso crear y compartirlo, ya fuera escribiendo o actuando. Me encanta leer, y desde pequeñita me imaginaba actuando las vivencias de esas lecturas, mostrándolas al mundo y viviendo por un instante otras vidas. Definitivamente, creo que no podría ni querría hacer otra cosa. Mi amor por esto es tal que dejé mi ciudad para dedicarme de lleno a ello. Ya son más de seis años desde que tomé la decisión, y aunque a veces te haces preguntas, no me arrepiento de nada. Y cuando tengo un pequeño atisbo de duda, un segundo en el escenario o tras una cámara me dicen que sí, que es esto y no otra cosa.

¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?

La posibilidad de hacer sentir algo a quién me ve actuar. De hacer olvidar por un instante lo demás, y sobre todo en teatro, la magia que se crea con el espectador. Que alguien vea tu trabajo y te diga que le ha removido por dentro, ya sea en forma de risa, llanto o reflexión, es algo inexplicable y precioso.

¿Algún proyecto a la vista?

Bajo la dirección de Jorgelina volvemos en enero a Microteatro por dinero con una de nuestras obras, “Luz Propia”, en la que actúo junto a Dunia Rodríguez. Además, queremos crear un nuevo proyecto en versión larga para acabar de consolidar a nuestra compañía, Tercer Acto Creaciones y que empiece a ser algo más tangible. Espero que podamos hacer gira con “Sola frente a un mamut” y estoy a la espera del estreno de un cortometraje, “Valiente”, dirigido por Ana Pemán, en mi tierra, Zaragoza.

¿Cuál es la esencia de “Sola frente a un Mamut”? ¿Qué le dirías a los espectadores para que se animen a disfrutar de la obra?

La búsqueda de respuestas. Cualquier persona que se haya sentido perdida o sin saber cómo seguir, algo que a todos nos ha pasado en algún momento, se va a sentir identificado con nuestros personajes, especialmente si pertenece a la generación millennial. Y les diría a los espectadores que no se la pierdan, pues es una comedia trepidante y un viaje con el que olvidar, por un rato, la dura realidad que estamos viviendo.