A algo menos de tres horas de camino desde Madrid, puedes adentrarte en un paisaje y un día de turismo que no has experimentado nunca antes. La capital de Soria ofrece rincones, parajes y monumentos únicos para disfrutar, por lo menos, de un día inolvidable. 

Abrazada por el río Duero, Soria es la ciudad perfecta para pasear y empaparse de su aire limpio libre de contaminación. La ribera, los parques y sus calles peatonales te inspirarán como ya lo hicieron con poetas como Bécquer o Machado. 

Si estás pensando en pasar solo una jornada en la capital recomendamos comenzar la ruta por el corazón de la ciudad: el parque de la Alameda de Cervantes, también conocida como la Dehesa. Un romántico paseo que en otoño se tiñe de colores anaranjados y en primavera te recibe con deliciosos aromas. En su interior hay bóvedas vegetales, preciosas fuentes y una rosaleda. Un comienzo de ruta ideal para conseguir que te olvides de las prisas de Madrid. 

Si abandonas el parque por la Plaza Mariano Granados podrás pasarte por la Oficina de Turismo y comenzar tu camino hacia el casco histórico por la calle Ramón y Cajal y la calle Caballeros. Allí se encuentra la Iglesia San Juan de Rabanera, una iglesia románica con una portada dedicada a San Nicolás y con un curioso ábside de doble vano. 

Desde la iglesia puedes adentrarte de lleno en el Casco Antiguo, caracterizado por sus estrechas calles, y llegar hasta la Plaza Mayor. Una bonita explanada donde puedes encontrar algunos de los edificios y monumentos más importantes de Soria: la Fuente de los Leones, el Ayuntamiento en la Casa Consistorial de los 12 Linajes, el centro cultural Palacio de la Audiencia, la Torre de Doña Urraca y el templo románico de Nuestra Señora de la Mayor, donde Machado se casó. 

Las callecitas te llevarán hasta el Palacio de los Condes de Gómara, una edificación de monumental portada con arcos de doble arcada e imponente torre. Pasando por el Mercado Municipal podrás adentrarte en una de las arterias de la ciudad, la calle peatonal del Collado, desde la Plaza de San Blas y Rosel en la que se encuentran los escudos de los 12 linajes de la ciudad. 

La calle Aduana Vieja te llevará por una ruta de palacios renacentistas, donde destacan los de Río y Salcedo o el de los Castejones, hasta alcanzar el imponente edificio del Instituto Antonio Machado, cátedra para el poeta sevillano. La siguiente parada es la Iglesia de Santo Domingo característica por su fachada románica presidida por un rosetón y capiteles, además de la preciosa entrada donde se narran escenas de la Biblia. En el interior de la iglesia se pueden escuchar los cantos de las monjas clarisas que viven en el convento.

Si en este punto llega el momento de la comida, cualquiera de los sitios mencionados del casco antiguo es perfecto para probar los típicos torreznos de la zona, las migas, la mantequilla y los vinos típicos de Soria. Se recomienda coger fuerzas porque tras la comida comienza el paseo por la ribera del río Duero. 

La larga calle Zapatería y Real te llevará hasta el puente principal de la ciudad, pasando primero por la concatedral de San Pedro de estilo gótico. El puente de piedra de origen medieval te alejará de la ciudad y te adentrará en un paisaje verde lleno de misticismo. 

El camino por la orilla está lleno también de monumentos. Si nos encaminamos hacia la zona norte por el Camino Monte de las Ánimas encontraremos el antiguo monasterio de los hospitalarios de San Juan de Duero que posee un claustro de estilo medieval y dos bellos templos en su interior.