Las ilusiones que encontrarás en las diferentes salas del museo están pensadas para sorprender por igual a personas de todas las edades. Durante el recorrido podrás convertirte en un gigante, levitar, desafiar la gravedad y la física y hasta adentrarte en el Túnel del Vórtice. En conjunto, una experiencia sensorial única y una oportunidad para reír con familia y amigos. 

El engaño es el protagonista de este museo en el que la diversión está garantizada. Además, a diferencia de otros museos, en el Museo de las Ilusiones recomiendan llevar la cámara (o el teléfono móvil) para sacar tantas fotos como quieras y mantener vivas la ilusión cuando termine la visita. Podrás sacar una foto volando, en una habitación infinita, o capturarte como si fueses un gigante en una habitación diminuta.

Pero el Museo de las ilusiones ofrece mucho más que un rato entretenido y unas cuantas fotos con las que sorprender a la gente. La colección de ilusiones expuestas a lo largo del recorrido es también una oportunidad didáctica con la que podrás aprender sobre la visión y el cerebro humano para entender la percepción a través de la ciencia. Una vez superada la confusión inicial de cada sala, te sorprenderá entender con qué facilidad las apariencias pueden engañar a nuestra mente.