Apenas 20 minutos separan Bayona de la bella Biarritz, que limita al oeste con el mar Cantábrico, y al noroeste con Anglet. Con una temperatura media de 9°C en invierno y 20°C en verano, Biarritz es un destino ideal para disfrutar en familia.
Nosotros empezamos visitando la ciudad partiendo de la playa central de la ciudad, La Grande Plage, una playa de postal, famosa por sus propiedades curativas, que conserva su palacio convertido en hotel de lujo, y un gran ambiente comercial. Desde ahí recorrimos todo el paseo marítimo para alcanzar el Faro de Biarritz (un paseo de unos 30 minutos). Durante el paseo, podréis hacer numerosas paradas en monumentos, miradores (como el Cloche du Plateau de l’Atalaye) y en la propia playa para sacarle el mayor partido posible a la visita. Para volver, lo bueno es que en el mismo faro hay un mini-bus gratuito (en francés navette) que os lleva de nuevo de vuelta al centro y pasa cada 25 minutos. Cuando viajas con niños estos transportes hacen la visita mucha más llevadera.
Subiendo también por el paseo marítimo llegaréis al Rocher de la Vierge, donde podréis observar anonadados la fuerza con la que rompen las olas contra las rocas. Hay dos formas de acceder: por las escaleras que se encuentran a mano derecha y que suben por una pequeña colina, o atravesando el túnel que sigue todo recto. Esta última es más cómoda y apta para carritos. Le Rocher de la Vierge se erigió en memoria a un barco de pesca que viéndose desamparado en medio de una tormenta en el mar, vió emerger de la roca una luz que les guió de vuelta al puerto e hizo que regresaran al puerto sanos y salvos.
Frente a la Rocher de la Vierge está situado el famoso aquarium de Biarritz, donde además de observar peces y otros habitantes de las profundidades marinas, los más pequeños vivirán una experiencia muy especial dando de comer a las focas. Si sois unos apasionados del mundo marino os recomendamos visitar también el Musee de la Merde Biarritz, en la Plateau de l'Atalaye, que alberga la exposición más interesante dedicada a la diversidad de habitantes del mundo submarino; y La Cité de L’Océan, un espacio lúdico para aprender de forma original todas las curiosidades sobre el océano: . Si lo que os gusta es observar a los animales en su hábitat natural podreís contratar una excursión para observar a los delfines y ballenas en el mar.
Aconsejados por las buenas opiniones que encontramos, para comer en Biarritz nos descantamos por Chez Albert , que ofrece un menú con pescado fresco del día, marisco y carne, y Le Corsaire, en el que pedimos una ración de pescaito frito, mientras observamos las bucólicas vistas del puerto. No nos podíamos ir de Francia sin probar sus famosas crepes, y la verdad que la de le Blé Noir nos conquistaron.
PLAYAS DE BIARRITZ y ANGLET
Biarritz es la capital histórica del surf en Europa. En octubre de 2015, obtuvo la marca de Ciudad de surf con la puntuación mas alta de 3 estrella, que concede la Federación francesa de surf. Su fama se la ha ganado gracias a playas salvajes como La Plage Marbella (la prolongación de la Plage de la Côte des Basques) muy popular entre los surfistas y practicantes de bodyboard. Para acceder a esta playa, es necesario bajar bastantes escaleras, pero el esfuerzo merece la pena. Plage Milady, por su fuerte oleaje, ha sido sede de algunas competiciones de surf.
Tranquila e ideal para unas vacaciones en familia es Miramar Beach, una pequeña playa con encanto, unida por un túnel de piedra a la Grande Plage. . Es una playa de arena dorada y aguas tranquilas, muy popular entre los locales, especialmente familias con niños. Dispone de varios aparcamientos en los alrededores y un bonito paseo a lo largo de la playa. También aconsejable para los más pequeños Beach at the Port Vieux, una coqueta cala céntrica, muy protegida del viento y con poco oleaje.
Espectaculares son también Plage d'Ilbarritz y Corsaires Beach, ambas de arena gruesa (eso sí) , pero aptas para amantes del surf y de las bellas puestas de sol (merece la pena ver la de Plage d'Ilbarritz).
Tan sólo 10 minutos separan Biarritz de Anglet. Conocida como la " pequeña California", Anglet, ofrece al que lo visita, las playas más bonitas e impresionantes de todo el país. Ni más ni menos que once playas a lo largo de 4,5 km de arena fina.
Encontramos playas aptas para todos los públicos. Mientras los más románticos disfrutarán de la historia de la Petite Chambre d'Amour; pequeña playa encajada entre dos espigones por la playa del Club; los jóvenes urbanitas estarán en su salsa en la playa de Sables d’Or y la Marinella.
Los más animados se encontrarán en las playas de la Madrague y de la Petite Madrague, mientras que la playa del Océan, de acceso más complicado, colmará las expectativas de los aventureros deseosos de naturaleza salvaje. La playa de Dunes está bordeada por el campo de golf de Chiberta. La playa de Cavaliers acoge las competiciones de surf profesional. Más tranquila, la playa de La Barre hará las delicias de sus hijos.
El País Vasco Francés ofrece reservas naturales impresionantes, que recomendamos visitas con peques. Nuestras favoritas: El Parque Ecológico Izadia, al lado de la playa La Barre, un asombroso parque ecológico para visitar en familia. La entrada es gratuita, aunque si eliges la visita guiada sí tiene coste. A cambio, dejan a los más pequeños una especie de mochila con: binoculares, una lupa, una brújula, diferentes cajas para capturar insectos y analizarlos e información sobre las plantas y animales del parque ¡ Una aventura inolvidable!
A media hora de Biarrtiz aconsejamos también una escapada a la reserva natural de Marais d’Orx, que abre todo el año y ofrece la posibilidad de ir por libre o contratar una visita guiada con la que podrás acceder a la parte protegida de la reserva natural. Una gran oportunidad para que los más pequeños descubran los habitantes de la reserva, ya sea avistando aves u observando muy cerca a la tortuga de agua de la zona: la Cistude d’Europe. El mejor momento del año es primavera u otoño, época de migraciones durante las que se pueden ver más variedad de especies.
Si vais en verano y tenéis pensado desplazaros mucho en coche para conocer los distintos sitios, os recomendamos ir por la autopista de pago; ya que, la carretera de la costa suele estar atascada.