El parque de la Quinta de los Molinos abarca un espacio considerado Parque Histórico Artístico en el distrito de San Blas, en el barrio del Salvador de Madrid. Es un jardín de uso público que cada vez más recibe la visita de los madrileños debido a sus bonitas zonas de arbolado con cultivos de almendros , olivos , pinos o eucaliptos. Es uno de los parques más bonitos y tranquilos de la capital con una bella arquitectura. ¿A qué estás esperando para conocerlo?

Si por algo es conocido La Quinta de los Molinos es por el espectáculo que regalan sus preciosos almendros cuando florecen en los meses de febrero y marzo, dejando un paisaje precioso y rosado, un espectáculo natural de flores blancas y rosas que merece la pena visitar.

El parque tiene una extensión de 25 hectáreas y se divide en dos zonas: una zona norte que revela un estilo romántico y una zona sur de carácter agrícola. Tiene cinco puertas de acceso por las que se puede entrar desde la calle Alcalá, la calle Juan Ignacio Luca de Tena, la calle Miami y la avenida 25 de septiembre.

La historia de este parque escondido se remonta al siglo XX. Recibe este nombre porque la zona era una quinta con dos molinos trasladados de Estados Unidos. En 1920, la propiedad pertenecía al conde de Torre Arias que decidió regalársela al concejal del ayuntamiento y arquitecto César Cort. El arquitecto alicantino decidió establecer la Quinta de los Molinos y plantó un amplio jardín tipo mediterráneo ya que echaba de menos los árboles de su tierra natal. Después de su muerte, el parque quedó completamente abandonado. No fue hasta los años 80 cuando el alcalde Enrique Tierno Galván pidió que los herederos cedieran al ayuntamiento tres cuartas partes de las 29 hectáreas de la quinta para convertir el parque en una zona de disfrute público, a cambio de transformar la parte restante en una zona residencial. 

A día de hoy, se ha convertido en un parque grande y lleno de maravillosas zonas verdes y rincones agradables. Perfecto para ir con niños y en familia a descubrir algunos de sus secretos como el sendero que nos lleva a un gran molino hidráulico.